¡Volví! Aunque quizás sea sólo por un tiempo para escribir esto. Estoy una época en la que los exámenes de la facultad apenas me dejan tiempo para poder concentrarme en este blog, o en la Internet en general. Ahora, que pude callar por un rato a la voz que dentro mío me repite "tenés que estar estudiando che, dejá de perder el tiempo" cada vez que me distraigo un poco, me voy a dedicar a escribir sobre otro de los lugares representativos de Tucumán.
Personalmente, no tiendo a comentar mucho los grandes lugares turísticos de Tucumán, ya que de ellos puede encontrarse abundante información, fotos y muchas más cosas con una simple búsqueda en la Internet. Siempre me gustó más destacar lugares que, a pesar de que a los tucumanos no les llamen mucho la atención debido a que son cosas muy comunes acá o que siempre las tuvieron tan cerca, alguien que viene de otro lugar al instante se da cuenta de lo representativos que son para la provincia. Uno de estos lugares es el Parque 9 de Julio.
Seguramente este enorme parque es una de las primeras cosas que los recién llegados a la provincia pueden ver, ya que se encuentra ubicado justo en frente de la terminal de colectivos, saludando tanto a los turistas como a los que ya vienen a quedarse definitivamente en el perímetro tucumaneril.
Con 100 hectáreas, es el espacio verde más grande que la ciudad de San Miguel de Tucumán cuenta, y es por este motivo que se organizan muchos festejos masivos en este lugar. Es casi una tradición en Tucumán pasar el día del amigo, del estudiante o del niño en el Parque 9 de Julio, donde a pesar de su tamaño, muchas veces es difícil encontrar un lugar entre tanta gente que allí se reúne.
En el parque destacan un gran lago, alrededor del cual mucha gente se reúne a pasar la tarde y darle de comer a los patos; el reloj floral, que no puede faltar en las fotos de los turistas que tuvieron la fortuna de pasar por Tucumán; y una gran cantidad de esculturas de gran valor artístico.
Como es costumbre, para completar el post, dejo algunas fotos sacadas por mí del Parque 9 de Julio:
El parque 9 de Julio
El alfeñique, una artesanal delicia retorcida
A pedido de mis lectores, que me pidieron que amplíe un poco la información sobre los alfeñiques, hoy les dedico todo un artículo exclusivamente a los famosos caramelos tucumanos.
Como ya comenté en el artículo sobre la caña de azúcar, los alfeñiques son unos caramelos duros en forma retorcida elaborados a partir de la melaza, o también conocido como jugo o miel de caña. También son una de las cosas que más llevan los turistas para repartir a sus desafortunados conocidos que no pudieron tener la fortuna de visitar Tucumán.
Aunque no tienen una página en Facebook como la achilata (por ahora), los alfeñiques tucumanos son reconocidos en todo el país. Incluso tuve la fortuna de recibir varias bolsas de alfeñiques antes de venir a vivir a la provincia por encomienda.
Según los comerciantes dedicados a proveer de recuerdos y artesanías a los turistas, los alfeñiques son los más vendidos, en parte por su sabor y por ser uno de los más dulces representantes de Tucumán, sino también por su muy bajo costo. Con menos de $5 es posible llevar un alfeñique a casi todos nuestros conocidos, por lo que se vuelven la compra ideal para los visitantes que antes de venir a la provincia los obligaron a prometer que iban a volver con regalos.
Para los que no tienen la suerte de poder dar un paseo por Tucumán, dejo una receta de alfeñiques encontrada en Mundo Recetas y que Paula estuvo buscando para publicar en este blog:
Ingredientes:Si alguno se decide a preparar la receta espero que se acuerde que la leyó en este blog y que envíe unos cuantos alfeñiques en agradecimiento, que si siguen este blog se dan cuenta que de Tucumán lo que más estoy disfrutando es de la comida y de su humor.
1 ½ kg de azúcar
1 clara de huevo
1 cucharadita de jugo de caña de azúcar
1 cucharadita de aceite de oliva
½ cucharadita de vainilla
Azúcar pulverizada
Preparación:
Mezcle todos los ingredientes con suficiente agua para formar un almíbar, cocine a fuego fuerte y sin revolver hasta que llegue al punto de hilo i esto es que al echar un poquito en un recipiente con agua fría los hilos se quiebren. Baje de fuego y vierta sobre una superficie húmeda, mójese las manos y extienda la melcocha, luego corte en tiritas que se estiran y se tuercen. Espolvoree con el azúcar, deje enfriar.
La foto pertenece a Alfajores del Tucumán, y la receta, como ya se dijo, es de Mundo Recetas.
¡Felicidades!
Sé que llegué un par de horas después de que pasó el 9 de julio, pero nunca es tarde para festejar que somos un pueblo independiente.
La caña de azucar
Si mi intención era hablar de la identidad de Tucumán, todavía no entiendo como, a pesar de que la tuve en cuenta en mis tardes de pelea con Gimp para armar la cabecera de este blog, se me olvidó escribir algo sobre la caña de azúcar, un elemento vital de la economía y la cultura tucumana.
La caña de azucar es una planta originaria de Asia, y que llegó a América de la mano de los españoles. Actualmente no sólo se utiliza para producir azucar, sino también muchos otros derivados conocidos en todo el mundo como el etanol y papel; y también otros que son más exclusivos de la provincia. En la actualidad Tucumán es el principal productor azucarero del país, superando el 60% de la producción, y este cultivo, junto con la industria que genera, resulta vital para la economía tucumana.
Desde más de un siglo el cultivo de la caña y toda la industria que surge alrededor de esta planta marcó la historia de la región. Un ejemplo, que ya comenté anteriormente en este blog, en que el gran crecimiento de los ingenios y la desaparición de obreros dieron nacimiento a la leyenda del perro familiar, que todavía sigue presente en la cultura tucumana, y hay varios que afirman haberlo visto.
Otro detalle que no quería dejar sin comentar es que en Tucumán, también hay otros productos derivados de la caña de azúcar muy difícil de ver en otras provincias como el alfeñique, que son unos caramelos duros elaborados a partir de la melaza de la caña, la miel de caña o las deliciosas tabletitas de azúcar (no recuerdo en este momento si tienen otro nombre pero si algún amable lector me quiere dar la información será muy bien recibida).
Si vienen siguiendo el blog saben que me encanta el humor tucumano, así que no pude evitar incluir este video en el que Tucu Man, el superhéroe que se encarga de preservar las costumbres tucumanas, lucha contra los caramelos importados:
El video pertenece a Tucumanes, un programa que se emitía en la televisión tucumana. La foto fue encontrada en el sitio web del INTA.
Paseo virtual por Tucumán
Aunque prefiero crear todo el contenido que se muestra en el blog, muchas veces uno se encuentra con algo que siente la necesidad de compartir.
Hoy, buscando un poco de inspiración para el próximo post para este blog, encontré un sitio web llamado Estoy en Tucumán, en el que, además de mucha información interesante para el que visite Tucumán, también tiene una sección donde nos ofrece varias vistas en 360º del centro tucumano, pudiendo ver edificios de gran importancia de la provincia, como la casa histórica.
Un buen sitio para pasar un rato caminando virtualmente por el centro de la capital tucumana, aunque nada mejor que un paseo real.
Leyendas tucumanas: El Familiar
Todo pueblo tiene sus leyendas y mitos muy relacionados con su pasado. Tucumán no es la excepción, y de entre todas, la más conocida es seguramente la del familiar.
El familiar no es más que el demonio mismo, que en un trato con los dueños de los grandes ingenios azucareros, les da riqueza, poder y mucha suerte, a cambio de su alma y dar un lugar para que pueda quedarse cerca a vigilar el cumplimiento del contrato y cobrarse un obrero, o más si está hambriento, al año.
El familiar se dice que vive en la casa del dueño del ingenio, generalmente en el sótano o en los galpones de herramientas, a los que envía un obrero que nunca llega a salir cuando es el momento de comer del demonio. La forma más conocida que adopta el familiar es la de un enorme perro negro, con brillantes ojos rojos o en algunos casos sin cabeza.
Según se cree, esta leyenda tiene su surgimiento con el auge que tuvieron los ingenios azucareros y a la desaparición de campesinos y peones por infinidad de causas. Otros dicen que los hacendados crearon el mito para poder hacer "desaparecer" a los que cuestionen el sistema de producción.
Si leen esta leyenda de noche, seguro les entró algo de miedo, por lo que tienen que protegerse y no salir sin una cruz grande en el pecho, llevando un rosario y cuchillo en la cintura. Yo por mi parte voy a tener que tener cuidado, un vecino me contó una vez que ya vio al familiar a media cuadra de mi casa.
El último día para votar por el concurso de blogs
Hoy es el último día en el que pueden votar por este blog. En este tiempo, mi objetivo fue mostrar cómo ve a la provincia alguien que viene de otro lugar, y la cantidad de cosas que pueden encontrarse que convierten a Tucumán en un lugar único. En parte creo que lo logré, ya que pude hablar de varios aspectos de las cosas que definen a Tucumán, aunque soy consciente que me quedaron muchísimas cosas afuera que no pude nombrar por falta de tiempo.
Este blog nació para participar en el concurso de blogs organizado por SIDETEC, donde en una primera etapa, se evalúa los votos de la gente, y todos los que voten también participan por un sorteo de $300. Si les gusta este blog agradecería que me votaran.
Para los que se preguntan qué es lo que va a pasar con el blog una vez que termine el concurso me gustaría decirles que no va a terminar acá. Tucumán es una tierra apasionante, y ya le tome cariño a este espacio para describir todas las cosas que descubrí en ella. Quizás el ritmo de publicación sea mucho menor, ya que entre la facultad y mis otros proyectos me queda muy poco tiempo libre para actualizar, pero ya tengo varios planes para, de a poco, ir mejorando este blog.
Les agradezco a todos los que me leyeron hasta ahora, y espero que sigan pasando por acá que este blog no se acaba con el concurso. ¡Todavía queda mucho Tucumán por conocer!
